domingo, 18 de marzo de 2007

“Ocho características de la Dirección por la Risa y el Buen Humor”

Hola!
Como apertura del Blog de Recursos Humanos y Habilidades del Master de la Universidad Carlos III de Madrid, voy a compartir con vosotros un poco del conocimiento que obtuve al leer el artículo “Ocho características de la Dirección por la Risa y el Buen Humor” escrito por Enric Castellvi, publicado en la revista RRHH Magazine. Al reflexionar sobre el mensaje del autor, llegué a la conclusión de que las características necesarias para el éxito en la vida profesional de un líder, están ligadas no solamente a sus conocimientos intelectuales, sino también a sus actitudes y comportamientos, así como a su competencia personal (autoconocimiento, autocontrol y automotivación) y competencia social (empatía y habilidades sociales).

El contenido que presento no es el artículo integro, sino fragmentos de los aspectos que consideré más significativos desde el punto de vista de la Psicología Organizacional y de Recursos Humanos. Pero si alguien desea conocer el artículo completo puede consultar la referencia.

Espero que este artículo pueda contribuir para el éxito en sus relaciones laborales, interpersonales y en las diferentes esferas de la vida.

Ocho características de la “Dirección por la Risa y el Buen Humor”

1) Visión:
El líder ha de ser capaz de estar pensando “diez años por delante”. Debe adelantarse a las necesidades, a las modas, a los cambios. Conviene que sea “proactivo” y no “reactivo”. Debe saber reírse de sus limitaciones y poner su mente al servicio de la innovación, debe apostar por el entusiasmo, por el atrevimiento sin miedo al fracaso o al que dirán.

2) Motivación:
El líder debe prestar atención a lo que la gente desea, aun cuando ellos mismos no lo sepan. Los buenos líderes inspiran a sus equipos con su visión de un mundo mejor e infunden la confianza, el amor y la gratitud, en sus relaciones de trabajo. Lo que necesitan las personas, es tener una misión e ilusión para lograrla. No se puede construir sobre el miedo o la amenaza.

3) Gestionar las emociones:
El líder tiene que desarrollar un “talante”, un estilo o un modo de proceder que facilite la integración y la colaboración. Tiene mucho que ver con lo que hoy se entiende por actuar con “inteligencia emocional”. La gestión emocional incluye identificar, usar, entender y manejar las emociones propias y las de los demás, procurando hacer sencillo lo complejo. Saber captar como se siente la gente (lo que desean o lo que necesitan) es inestimable para poder lograr la responsabilidad y la creatividad y hacer realidad nuestra visión.

4) Desarrollar:
Diga a sus colaboradores lo qué espera de ellos, así reduce sus miedos al fracaso, su timidez a la incertidumbre y su resistencia al cambio. Enseñe, porque para aprender es necesario equivocarse varias veces, ya que sólo rompe platos quien los lava. Aprenda a escuchar lo que le piden y/o lo que necesitan; no hay nada más deseado que ser tenido en cuenta.

5) Digno de confianza:
Un líder debe tener credibilidad. El personal tiene que ver en él sus valores personales: honestidad, coherencia, compromiso, competencia, bondad y generosidad. Difícilmente, podrá servir de modelo o de ejemplo si no inspira confianza. El sentimiento de confianza va unido al de seguridad en uno mismo y en los demás y a la esperanza de que todo va a ir bien y en caso de no ser así , uno podrá encontrar la forma de solucionarlo.

6) Asumir riesgos:
Los líderes deben también recompensar la asunción de riesgos y alentar a sus colaboradores a tomar la corresponsabilidad de los intentos. La soledad y el abandono son los peores enemigos de la confianza en uno mismo y son algunas de las situaciones que pueden producir miedo a afrontar riesgos. La misma situación puede afectar de manera distinta cada uno de nuestros colaboradores, por tanto, hay que prestar atención en cada uno de ellos.

7) Trabajo en equipo:
Un líder de equipos debe ser una persona entusiasta, valiente, sensata, equilibrada y con sentido del humor, que se preocupe por cada persona de su grupo. El líder inicia, facilita y revisa las nuevas ideas y prácticas. Subordina el comportamiento individual al grupal, estimula una atmósfera agradable, propicia el buen humor, la creatividad y la cooperación, media en los conflictos y promueve al ajuste individual al grupo.

8) Sentido del humor:
El sentido del humor y la capacidad para crear un clima o ambiente agradable de trabajo deben de ser una de las habilidades de un buen líder. La capacidad de reírse demuestra un elevado grado de inteligencia, de conocimiento y de control de uno mismo y es la manera más fácil de atraer a otras personas. La gestión de la sonrisa en la empresa puede ser un valioso Recurso Humano, reconfortante y enriquecedor. La diversión y el gozo laboral es un prerrequisito para la creatividad, para el desarrollo innovador y para mantener a la empresa sana y feliz.

Carmem de Brito Pastor

1 comentario:

Unknown dijo...

Por el bien de la disciplina, les deseo suerte y fuerza en este blog que están emprendiendo.

No somos muchos los que estamos en esto, y es claramente necesario.

Saludos desde Chile.

www.franciscocerda.cl