En la actualidad escuchamos por todas partes la importancia que tiene el talento, la guerra de talentos, que no hay suficientes personas con talento para trabajar en puestos estratégicos en las empresas, etc. Pero, ¿que es realmente el talento?¿tener un CI altísimo?¿Conocer teóricamente todo lo que implica un puesto de trabajo?
El talento (según Wikipedia) es: El potencial que puede tener una persona en el desarrollo de un conjunto de habilidades/competencias.
Nos podemos dar cuenta de que no se habla de inteligencia, se habla básicamente de desarrollar ciertas habilidades y de utilizarlas en el manejo de nuestro día a día.
Una persona talentosa en una empresa es una persona que crea valor para ésta y esta persona no es, necesariamente, quien obtuvo las mejores calificaciones en la universidad o la que posee un CI alto; es una persona que sabe cómo dirigir, cómo escuchar, cómo tomar decisiones, como liderear, cómo dar feedback, como comunicarse y en general, cómo relacionarse con los demás para poder sacar provecho de cualquier situación, es decir, que tenga las habilidades sociales necesarias, y por habilidades sociales me refiero a un conjunto de conductas, que se ponen de manifiesto en las relaciones con otras personas que dotan a la persona que las posee de una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretende, manteniendo su autoestima sin dañar la de las personas que la rodean (Wikipedia).
Debido a la necesidad de innovar de las empresas, han surgido numerosos cursos y talleres para el desarrollo de éstas habilidades, lo cual ayuda a mejorar en cierta medida. Sin embargo, actualmente se está dando más atención al hecho de desarrollar estas habilidades desde el comienzo de la vida, las escuelas están empezando a desarrollar sus programas en base a ellas y se les está dando más importancia, aunque nunca es más importante que saberse las tablas de multiplicar, las capitales de todos los países o las partes del cuerpo, cuando finalmente lo que nos hará ser profesionalmente competitivos no será la información o el conocimiento que tengamos sino, la forma en que lo utilizamos y cómo lo relacionamos, aparte de nuestra habilidad para transmitirlo y para relacionarnos socialmente.
Una de las formas de desarrollar las habilidades sociales desde la edad escolar es la música. ¿Y qué tiene que ver la música con las habilidades sociales en la empresa?
Pues resulta que se hizo un estudio en Alemania entre los años 1992 y 1998 a niños de educación primaria, donde se demostró que los alumnos que habían participado con dos horas de música por semana, aprendizaje de un instrumento y participación en un grupo de cámara adquirieron una sociabilidad significativamente más alta que los niños que no practican música. Tienen ventajas en su capacidad de juicio social, para aprender de la experiencia, para establecer relaciones de dependencia causa y efecto y para valorar situaciones de la vida cotidiana en forma adecuada. El aprendizaje del trabajo en equipo es importante y, a diferencia del deporte, no se está compitiendo por derrotar al adversario, sino que se pretende que entre todos consigan el objetivo de que la pieza musical sea bien realizada, y si a uno se le olvida su parte todos pierden, nadie obtiene ninguna ventaja con el fracaso del otro.
En conclusión, hay situaciones que nunca nos imaginaríamos que nos pueden ayudar a ser socialmente hábiles, la música, tocar un instrumento y hacerlo de forma conjunta con otras personas ayuda al desarrollo de las habilidades que necesitamos para poder ser competitivos a nivel profesional. No todo está en los libros, hay momentos que, aparte de ser divertidos, no enseñan lo que hoy en día nos puede hacer talentosos.
El talento (según Wikipedia) es: El potencial que puede tener una persona en el desarrollo de un conjunto de habilidades/competencias.
Nos podemos dar cuenta de que no se habla de inteligencia, se habla básicamente de desarrollar ciertas habilidades y de utilizarlas en el manejo de nuestro día a día.
Una persona talentosa en una empresa es una persona que crea valor para ésta y esta persona no es, necesariamente, quien obtuvo las mejores calificaciones en la universidad o la que posee un CI alto; es una persona que sabe cómo dirigir, cómo escuchar, cómo tomar decisiones, como liderear, cómo dar feedback, como comunicarse y en general, cómo relacionarse con los demás para poder sacar provecho de cualquier situación, es decir, que tenga las habilidades sociales necesarias, y por habilidades sociales me refiero a un conjunto de conductas, que se ponen de manifiesto en las relaciones con otras personas que dotan a la persona que las posee de una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretende, manteniendo su autoestima sin dañar la de las personas que la rodean (Wikipedia).
Debido a la necesidad de innovar de las empresas, han surgido numerosos cursos y talleres para el desarrollo de éstas habilidades, lo cual ayuda a mejorar en cierta medida. Sin embargo, actualmente se está dando más atención al hecho de desarrollar estas habilidades desde el comienzo de la vida, las escuelas están empezando a desarrollar sus programas en base a ellas y se les está dando más importancia, aunque nunca es más importante que saberse las tablas de multiplicar, las capitales de todos los países o las partes del cuerpo, cuando finalmente lo que nos hará ser profesionalmente competitivos no será la información o el conocimiento que tengamos sino, la forma en que lo utilizamos y cómo lo relacionamos, aparte de nuestra habilidad para transmitirlo y para relacionarnos socialmente.
Una de las formas de desarrollar las habilidades sociales desde la edad escolar es la música. ¿Y qué tiene que ver la música con las habilidades sociales en la empresa?
Pues resulta que se hizo un estudio en Alemania entre los años 1992 y 1998 a niños de educación primaria, donde se demostró que los alumnos que habían participado con dos horas de música por semana, aprendizaje de un instrumento y participación en un grupo de cámara adquirieron una sociabilidad significativamente más alta que los niños que no practican música. Tienen ventajas en su capacidad de juicio social, para aprender de la experiencia, para establecer relaciones de dependencia causa y efecto y para valorar situaciones de la vida cotidiana en forma adecuada. El aprendizaje del trabajo en equipo es importante y, a diferencia del deporte, no se está compitiendo por derrotar al adversario, sino que se pretende que entre todos consigan el objetivo de que la pieza musical sea bien realizada, y si a uno se le olvida su parte todos pierden, nadie obtiene ninguna ventaja con el fracaso del otro.
En conclusión, hay situaciones que nunca nos imaginaríamos que nos pueden ayudar a ser socialmente hábiles, la música, tocar un instrumento y hacerlo de forma conjunta con otras personas ayuda al desarrollo de las habilidades que necesitamos para poder ser competitivos a nivel profesional. No todo está en los libros, hay momentos que, aparte de ser divertidos, no enseñan lo que hoy en día nos puede hacer talentosos.
Aileen Tunstall
MDRRHH
6 comentarios:
quien iva a creer o yo por lo menos que esas habilidades sociales las encontrara en la musica y no todo en los libros como se suele pensar.
Interesante artículo, me puedes enviar la referencia del estudio en Alemania, estoy trabajando en el tema. Mil gracias!
Interesante artículo, me puedes enviar la referencia del estudio en Alemania, estoy trabajando en el tema. Mil gracias!
hola quisiera que me enviaras referencias sobre este trabajo m gustaria fundamentarm mas en el tema
Hola!! :) gracias de verdad por esta publicación que me ha ayudado bastante para mi trabajo sobre habilidades sociales y música. Me gustaría tener más información sobre estos temas y como se relacionan entre sí, si me puedes ayudar enviándome información o referencias de trabajos relacionados, te estaría enormemente agradecido ;)
hola , me facilitarias mas informacion?
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